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Alfa Romeo 75 Turbo Evoluzione IMSA 1988

written by Héctor Jáñez 4 abril, 2020
Alfa Romeo 75 Turbo Evoluzione IMSA 1988

 

El Alfa Romeo 75, como de forma honorífica, llegó al mercado de 1985 cual ilustración conmemorativa por los 75 años que entonces cumplía la firma. Aquel era un coche que por decreto, constituía un homenaje al exquisito material que había atesorado la marca a lo largo de su historia, más en concreto a los Cuore Sportivo más radicales. El modelo tuvo su propia carta de presentación y por ende, en ella figuraban algunas versiones que se dibujaron en aras de la competición. La versión por excelencia, y la más conocida, es la Turbo Evoluzione, aunque también se comercializaron unidades equipadas con el fantástico bloque Busso de 6 cilindros en uve, las cuales se denominaron como America en Europa y Milano en el caso del mercado norteamericano. En base al nuevo proyecto germinó una versión cumbre que se destinó en exclusiva a posicionarse en las parrillas, denominada como 75 Turbo Evoluzione, versión que entonces, se creía que sería el summun de los Alfa Romeo 75. No fue así.

 

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En los años 80, el Giro D,Italia Automobilistico era una de las citas más estimada del motorsport italiano, albergando grandes figuras de los rallys, pilotos mixtos e incluso algunas celebridades de la Fórmula 1. Históricos vehículos como el Lancia Stratos en su versión Silhouette, fueron protagonistas del evento a lo largo de la década de los 70, modelos con un copioso éxito que por contrapuesto, requerían de un ineludible relevo generacional.

El salón de Ginebra de 1986 había desvelado un 1.8 litros sobrealimentado, nacido para acatar la reglamentación del Grupo A y cuyo nombre rezaba el de Turbo Evoluzione. La carrocería contenía los aditivos suficientes como para reducir considerablemente el coeficiente de penetración, no siendo imperativa su descripción, si bien es de suponer que todos conocemos prácticamente al dedillo el modelo.

Si bien la versión de calle ya ofrecía unos generosos 155 cv de la época, una vez conjugado para el Grupo A el bloque código 061.58, alcanzó los 290 cv en su traducción más primaria. Lo que sucedió después fue que, en una época en la que entonces se tenía como cardinal referencia al emblemático BMW M3 E30, no era difícil caer en cierto desencanto a la hora de cotejar las prestaciones del nuevo Alfa, algo que supuso la apertura de un nuevo programa en el que algunas de las carrocerías 75 se pondrían a disposición de las regulaciones IMSA.

 

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El Alfa Romeo más potente de la historia tardó tan solo dos meses en reaparecer en los circuitos, un proyecto capitaneado por el manager por excelencia del Cuore Sportivo Giorgio Pianta. Un profundo estudio llevado a cabo por el departamento de competición de Alfa, había trazado varios proyectos conjuntos en los que se incluían versiones para el Grupo 5, un prototipo GT y la ambicionada versión concerniente al imperativo campeonato de velocidad y resistencia norteamericano.

 


El Giro D’Italia era un evento que homogeneizaba lo mejor de los rallys y las carreras de circuito cerrado, y el Alfa Romeo 75 IMSA era el italiano definitivo para su desempeño.


 

Para la edición 1988 del Giro D,Italia, el Alfa Romeo 75 Turbo Evoluzione IMSA estaba totalmente ensamblado y testado. Giorgio Francia fue seleccionado como piloto de pruebas para un coche que, de forma radical, se había tornado mucho más potente y musculoso. Sus ensanches le revestían con cuantioso ímpetu, en conjunción con unos neumáticos de mayor diámetro y aditivos de fibra de carbono en algunos elementos, como el alerón que custodiaba su zaga. El rendimiento incrementó en torno a dos parámetros elementales, los cuales fueron un peso que se reducía a 960 Kg, y un potencial que en 1988 alcanzo los 355 cv, siendo para la temporada siguiente de 400 cv.

 

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El Giro D’Italia era la pura mixtura de los rallys y los turismos de circuito, armonizando carreras en los más célebres circuitos italianos como Monza o Vallelunga, junto con etapas especiales que habían tenido protagonismo en el propio Mundial de Rallys.  Dicho esto, en las parrillas se reunían pilotos especializados en ambas disciplinas, como Ybes Loubet, Alessandro Nannini o Michele Alboreto

Desde su ingreso en el certamen en 1988, el novicio Alfa Romeo 75 IMSA se apropió de todos los podios, y del mismo modo prosiguió la temporada 1989 repitiendo la heroicidad.

 

 

Fuente: fcaheritage.com.

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