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El Proton Putra y su misteriosa desaparición a un paso del WRC.

written by Héctor Jáñez 14 diciembre, 2017
El Proton Putra y su misteriosa desaparición a un paso del WRC.

Cuidado. Para los más despistados, es muy fácil que este musculado coupé nos lleve a la confusión. Lo que ves en la cabecera de este artículo no es un Subaru Impreza GC8, y ni tan siquiera es un coche que albergue un ápice de descendencia por parte del icónico monstruo azul de los rallyes. Dicho esto, antes de hablar sobre nuestro protagonista hagamos primero un pequeño repaso sobre sus creadores para ponernos en situación.

Proton —Perusahaan Otomobil Nasionales— es un fabricante de automóviles malayo que aparecía en 1983, y que comenzó a destacar en la industria del automóvil tras sellar un importante consorcio con el fabricante japonés Mitsubishi. A mediados de los 90 la marca tomaba aún más protagonismo al hacerse con parte del accionariado de Lotus, un negocio que aún se sostiene en el presente generando tecnología de primer nivel. No está de más recordar que Lotus cuenta en sus filas con algunos de los mejores ingenieros del mundo, y su experiencia junto a la plantilla de Proton le ha servido para gestar productos de altísima calidad.

putraWRC-1A comienzos de los 90, la marca malaya comenzaba una producción de modelos que no solo tomaban prestadas las plataformas de Mitsubishi, si no que también se abastecían de la variedad mecánica que conformaba el catálogo de la marca japonesa. El Proton Wira, inspirado en el Lancer de cuarta generación, fue uno de los más profusos, cosa que no puede decirse de nuestro coupé protagonista, en este caso derivado del Mitsubishi Mirage de 1991. Con vistas a un público más dinámico, en 1996 la marca presentaba al Proton Putra; Proton Coupé para el Reino Unido.


Dentro del deseado colectivo de coupés rebeldes, el Putra no tuvo demasiado éxito en los mercados en los que aterrizó. No fue capaz de igualar el tirón de unidades como el Opel Tigra o el Ford Puma.


En aquella época, la compañía malaya perseguía por todos los medios involucrarse en el Campeonato Mundial de Rallye. Era un periodo en el que la competición, no solo disfrutaba de cierto momento de gloria, si no que los vehículos involucrados en aquella disciplina recibían importantes incentivos mediáticos influyentes en su demanda. El desarrollo de un prototipo con destino a la WRC no se hizo esperar. Proton ya había ganado cierta experiencia participando en rallyes nacionales modificando sus Wira y Satria, y como buen visionario, el acercamiento a Prodrive sería el estímulo ideal para alcanzar la categoría reina.

putraWRC-2– La prodigiosa mano de Prodrive.

Tras pactar un proyecto de alto secreto, la gente de Prodrive y Proton comenzaron a trabajar en el nuevo prototipo. Aquella sociedad limitada inglesa llamada Prodrive, ya se había dado a conocer como equipo de carreras, llevando la batuta de un Subaru WRC con tres campeonatos de pilotos a sus espaldas y otro puñado de títulos como fabricante. El currículo de Prodrive había seducido a una compañía en desarrollo, cuyas expectativas o similares construían los cimientos del deseado prototipo. Forjar un coche ganador en el WRC y enaltecer el nombre de Proton por todo el mundo, parecía un reto relativamente fácil con Prodrive como aliado.

A mediados de los años 90, durante el post conflicto del Grupo B, la FIA comenzaba a levantar la mano con las especificaciones de la máxima categoría. Las regulaciones para homologar los vehículos de calle pasaron a ser mucho menos opresoras, y la permisividad para exprimir los motores de 4 cilindros y 2.0 litros turboalimentados, con sistemas antilag, y gestionados con cajas de cambios secuenciales, pasaron a formar parte de los hábitos naturales de la competición.

zu0yuczTras meses de desarrollo nacieron dos prototipos Proton, ambos con especificaciones WRC y un puñado de componentes exclusivos de Prodrive. La estructura y composición de su motor DOHC de cuatro cilindros y 2.0 litros, partía del gen 4G63T de los invencibles Mitsubishi Lancer. El bloque modificado entregaba a las cuatro ruedas una potencia de 300 cv, y se gestionaba mediante una caja de cambios secuencial Hewland de 6 relaciones.


Tras archivarse el proyecto por causas desconocidas, Prodrive jamás reconoció oficialmente la existencia de ningún proyecto común, y mucho menos de un prototipo.


Su chasis fue dotado de una jaula antivuelco enteriza, más un puñado de refuerzos enlazados a una carrocería ensanchada y adornada con un kit aerodinámico de escándalo. Aquellos pasos de rueda parecían haber crecido cinco pulgadas, las medidas de su paragolpes delantero se descontrolaron, y el alerón trasero se levantaba un sin fin del maletero. Por motivos que desconocemos, durante mucho tiempo Prodrive evito reconocer la existencia del prototipo, pero era inevitable discernir su toque mágico en un proyecto tan afín al estilo Impreza WRC98, en el que previamente habían trabajado.

7e0a905e767261ce277f6650a9b3c433Cuando por fin el Putra parecía listo para derribar a todos sus contrincantes sobre los polvorientos escenarios del WRC, el proyecto fue abortado misteriosamente. Proton detuvo la producción, e inexplicablemente negó toda existencia del prototipo. La misma actitud tomaron en Prodrive, quienes giraban la cabeza hacia otro lado cuando se hablaba del Putra. Los ingleses negaban mientras seguían con sus labores modificando unidades de Subaru.

Nunca se supieron las causas que lapidaron al Putra, antes incluso de ser presentado públicamente. Algunas teorías afirman que la intervención de Prodrive sobre dos compañías diferentes que se enfrentarían entre sí en la competición, podría haber suscitado tensiones e incluso la enemistad de una de las dos partes. Un suceso así habría terminado con un negocio muy lucrativo, y mientras Prodrive era consciente de tener cierto éxito asegurado en su consorcio con Subaru, el rendimiento y los logros del Proton solo eran hipótesis y castillos en el aire. Además no hay que olvidar que por entonces, Mitsubishi también se involucraba de lleno en la competición, y era esta quien abastecía de ingredientes a los de Malasia. Quizás tampoco les convenía un nuevo rival en el WRC.

Se cual fuere el motivo, los dos prototipos del Proton Putra permanecen inmóviles mientras el paso del tiempo se cierne sobre sus pronunciados atributos. Sus motores mudos, y seguramente con menos de 200 Km de vivencia, nunca pudieron liberar su voz sobre los Mil Lagos, ni penetrar sobre las polvorientas nubes de Grecia. Hoy, el tiempo sin tregua sigue castigando sus colectores, sus neumáticos slicks y su pintura metalizada. Castiga a un testigo tristemente silenciado antes de tiempo, cuyo destino es irrevocable.

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