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La auténtica historia del Toyota Supra JGTC abandonado.

written by Héctor Jáñez 6 enero, 2021
La auténtica historia del Toyota Supra JGTC abandonado.

 

Hace ya mucho tiempo se convirtió en costumbre desatar eternas e inflexibles pugnas por los chasis más celebres del motorsport. Se trata de coches de carreras que han intervenido en las series mundiales más reconocidas, en mayor o en menor medida. Estos chasis, aún sin haber logrado unos resultados importantes en su intervención profesional, se convierten en piezas con un gran valor añadido que se justifica o bien por las celebridades que estuvieron tras su volante, o por los eventos de leyenda en los que participaron. Le Mans es un claro ejemplo de un evento que le otorga una buena cantidad de estatus a un chasis de carreras. Habitualmente estas unidades terminan en manos de celebridades, pilotos retirados o de fanáticos que acuden a las subastas portando cheques de suntuosas cifras. El vehículo aquí presente es una excepción; no fue adquirido por una persona de renombre y digamos que actualmente sirve como “atracción” para un concesionario de coches usados.

 

 

Se trata de todo un Toyota Supra JGTC. Al parecer, el coche reside en una de las zonas más tradicionales del Japón, y fue adquirido de forma gratuita por una humilde familia que regenta un negocio de vehículos usados. Este negocio familiar está exento de toda publicidad, e incluso a día de hoy, se ve completamente liberado del mundo virtual, por lo que no hay ningún tipo de información al respecto. Como afirmaron durante sus escasas entrevistas, la familia es feliz con lo que tiene, y así les gustaría seguir. El anonimato les mantiene al margen de los persistentes chupasangres, así como de una lluvia de ofertas mediocres por parte de los acaparadores. También les separa de los tediosos comentarios de los más puristas y de los ejércitos de fotógrafos que se puedan agolpar en las puertas de su negocio. Punto y aparate, mi verdadero interés en este artículo no es la historia de este negocio familiar, si no hablar sobre los datos que se han proporcionado en diferentes fuentes sobre este coche en concreto.

 


En 1997 y 1998, las unidades del equipo Cerumo corrieron bajo la librea de Castrol. Es muy probable que este chasis terminase siendo un coche de exposición, repintado con la librea de 1999.


 

 

Observa las dos imágenes anteriores. El primero es un chasis Castrol Supra de TOM´s con especificaciones de 1997. El segundo es el Cerumo abandonado, el cual muestra exactamente el mismo kit aerodinámico.


 

Entrando en materia, se trata de un chasis GT500 del equipo Cerumo, del que varias fuentes afirman que data de 1999. Eso es un error. A simple vista por su carrocería, podemos deducir que se trata de una unidad con especificaciones de 1997. Supongo que es fácil caer en un error como éste, pero atendiendo a los apéndices aerodinámicos que evolucionaron sobre este modelo en la categoría japonesa, las unidades de 1999 destacaban por un kit de carrocería mucho más agresivo, plagado de soportes adicionales y de la denominada por algunos como “cola de pato”.

Según informan, el coche lleva parado en este patio trasero más de 15 años, al parecer, hasta que despertó el interés de algún curioso fanático que decide investigar la rareza del caso. Las cicatrices del tiempo se han hecho notar sobre la carrocería del coche, esclareciendo que en ningún momento hubo intención alguna de reforma en el mismo. La controversia llega con un coche de carreras que muestra especificaciones de 1997 pero al mismo tiempo una librea de 1999. Algo no encaja. Dicho esto, es probable que se trate de un chasis que compitió en la temporada 1997. Al finalizar ésta, lo más razonable es que fuese relevado por los nuevos chasis, como se hacia habitualmente. También puede ser que sea uno de los coches que se apuraron durante el comienzo de la temporada 98 y que posteriormente, se sustituyeron por los nuevos ejemplares de 1999.

 

Como se aprecia, esta unidad de Cerumo 1999, cuenta con un kit aerodinámico mucho más evolucionado que nuestro Supra protagonista.

 

En resumidas cuentas, el hecho de que el coche terminase en el susodicho paradero de forma gratuita, y del antagonismo de sus características, hace suponer que lo más lógico es que Cerumo relegara uno de sus antiguos chasis para darle un mero uso publicitario y/o de exposición. En cualquier caso, en las imágenes se puede ver al Supra con su habitual mecánica de competición. Y no, no se trata del canonizado 2JZ. Las unidades JGTC venían montando el 4 cilindros sobrealimentado 3S-GTE, el cual Toyota utilizaba en sus programas de rally para el campeonato del mundo.

 


Toyota se convirtió en el primer fabricante que explotó las regulaciones iniciales de la JGTC, que permitían que los vehículos compitiesen con cualquier motor, siempre que éste estuviera disponible en la gama original.


 

Dicen las malas lenguas que los dueños han rechazado todo tipo de ofertas por la unidad, ya en estado de descomposición. También se dice que no existe ni la más mínima intención de una posible venta, amparándose en su valor sentimental. En cualquier caso, fuera de toda especulación y clichés, es realmente impresionante ver un coche de esas características en este estado. Eso sí, al menos su perpetuidad en ese patio supone para el negocio un aliciente mucho más valioso y sugestivo que cualquier luminoso.

 

 

 

 

Imágenes de: Mark Riccioni y kobayashi___y814_s,

 

 

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