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¡Éxito apoteósico! #S13. Nissan Silvia 1989/1993

written by 12 Cilindros 9 junio, 2017
¡Éxito apoteósico! #S13. Nissan Silvia 1989/1993

Por Héctor Shavershian.

No hace tantos años el nombre de Silvia solo era relacionado con el mundo del automóvil por una minoría. Gracias al éxito exponencial del mundo del drift, a la vasta asesoría de Internet e incluso a Hollywood, hoy en día todo el mundo conoce muy bien cada una de las versiones del deportivo japonés nacido a mediados de los 60. ¡En efecto! A mediados de los años 60 aparecía el primer Nissan Silvia, únicamente con disposición de 450 unidades para comercializar en Japón y otras 105 para distribuir entre Australia y los demás países, todas ellas construidas de forma artesanal. Tener en cuenta que hablamos de las unidades previas al veteranísimo S10.

Generación tras generación, este coupé nipón se fue abriendo paso en el mercado y en el mundo de las carreras, gracias al rendimiento de sus polivalentes y robustas mecánicas. Fueron sucediendo las generaciones, S10, S110, S12, hasta la llegada de la revolucionaria carrocería S13. Un auténtico Géminis con dos caras, a cada cual más emocionante y exótica.

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La cultura japonesa es fascinante, y la profundidad de sus creencias y devociones se vive con un gran énfasis y respeto. El nombre de este deportivo se eligió en base a una leyenda de la mitología romana, en la cual, se decía que Numitor era el heredero natural del trono de Alba Longa, pero el odio de su hermano Amulio le llevó a desterrarlo y posteriormente a matar a todos sus sobrinos, los cuales podrían reclamar el trono en un futuro. De todos sus familiares únicamente quedo una mujer con vida, Rea Silvia.

Este Silvia fue el primer coche de toda la serie S en designar los distintos niveles de equipación basándose en las figuras de los naipes ingleses, J, Q y K, siendo esta ultima (King) la superior y más equipada.

Fue en 1988 cuando llegarían unas de las líneas con más éxito de la familia Silvia, y lo haría de la mano de un propulsor cuanto menos épico. Las primeras unidades equipaban nuevos motores denominados CA18DE y CA18DET, este segundo con intercooler, y a pesar de entregar una potencia menor que su predecesor el FJ20ET, eran motores de la era tecnológica que llegaban cargado con numerosos dispositivos electrónicos además de un evolucionado sistema de dirección a las cuatro ruedas, bautizado como HICAS II (High Capability Active Steering (SuperHICAS a partir de 1990)) o un diferencial de desplazamiento limitado tipo viscoso.

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Este precioso ejemplar obtuvo numerosos galardones en Japón y cosechó un éxito que perdura en la actualidad. Es todo un orgullo patrio, y es normal. A excepción de una de sus versiones, todas las demás motorizaciones que ofrecía el Silvia partían del polivalente 4 cilindros en línea y una culata de 16 válvulas. La versión de acceso contaba con un 1.8 litros de aspiración natural que declaraba 130 cv, y una segunda versión turbocargada que lograba 173cv. El S13 también se involucraba en la amplia horquilla de los 2.0 litros japoneses, donde ofrecía una discreta versión atmosférica de 140cv y una sobrealimentada que llegaba hasta 205cv de potencia. La gama se completaba con dos bloques de 2.4 litros que ofrecían 140cv y 155cv respectivamente, equipando este último una culata de tres válvulas por cilindro.

Sin duda, era el coche favorito de los japoneses para acudir a las famosas carreteras de montaña, un tradicional evento en el que se basaba el argumento principal de la popular serie Anime Initial D. Otra de las grandes plataformas de promoción del Nissan S13.

Su naturaleza mecánica se basaba en la tradicional disposición matriz, motor delantero y tracción trasera, en un conjunto que además, solo pesaba 1.100 Kg. Rápidamente conquistó el corazón de todos los japoneses por la facilidad con la que se prestaba a un gran directorio de modificaciones y por su simplicidad para completarlas. La esencia del S13 era de coche puramente deportivo, con tracción trasera y diversión asegurada, ya que su eje posterior fue uno de los primeros en equipar el eficiente sistema de suspensión trasera multilink (multibrazo)

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Las carrocerías del Silvia eran uno de sus grandes alicientes, llegando incluso a ser un análogo de un auténtico Transformer. Sabemos que fuera de su país natal, el Silvia pasó a denominarse como 180SX, versión que lucía una carrocería hatchback principalmente caracterizada por unos singulares faros escamoteables. Esta versión tuvo un éxito especial dentro de las serie S, y prueba de ello fue un lavado de cara que le permitió mantenerse en el mercado hasta 1999. Durante aquel glorioso periodo en el que ambas carrocerías ya estaban en las calles, el propio Nissan Silvia/180SX recurrió al mestizaje, para reproducirse en diferentes versiones cuya ceremonia de bautismo se llevaría a cabo sobre los pavimentos de la Iroha-Zaka y otras carreteras japonesas.

– Sileighty/Onevia.

Tras la enorme demanda del Silvia/180SX por los aficionados japoneses a las carreras, miles de unidades S13 comenzaron a inundar las calles del país del sol naciente. En Japón había todo tipo de corredores, algunos más experimentados, otros en proceso de evolución y por supuesto, los más noveles. El Sileighty (Sil (Silvia) eighty (180)) nacería como consecuencia de los distintos percances que sufrían los corredores en las calles y circuitos de Japón. La cuestión es que si destrozabas el morro de tu 180SX, la disponibilidad y el precio de los recambios del Silvia eran mucho más accesibles que los del 180SX con sus complejos faros escamoteables. Siendo las piezas perfectamente compatibles, los Nissan 180SX comenzaron a utilizar los frontales de sus hermanos los Silvia como donantes.

Los Nissan Sileighty nacían con la zaga del 180SX y un frontal reemplazado por el del Silvia S13, al ser este más económico y accesible. 

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Curiosamente, un producto que nacía de la accidental búsqueda económica de los clientes potenciales de los S13, causó un tremendo impacto en el mercado japonés. Tras lograr convertirse en una moda entre los corredores, el éxito del Sileigthy llegó a despertar la atención de la propia Nissan, a pesar de que no podrían fabricar un producto que había surgido en las calles, por cuestión de derechos y reputación. Burocracia, ya sabéis.. Por consiguiente, Nissan decidió ceder los derechos del producto a una pequeña tienda de vehículos japonesa para que esta se encargase de fabricar unidades originales del Sileigthy. A pesar de que únicamente se produjo durante 1998, 500 unidades de este mestizo nipón salieron de aquella tienda.

El éxito del Sileigthy lo llevó a producción durante el año 1998, en el que 500 unidades se fabricaron en un taller independiente autorizado por Nissan.

Aunque no tan popular, el Nissan Onevia nacía como el viceversa del Sileighty. Se mantenía el singular frontal del 180SX mientras que su zaga se prolongaba en la del estilizado Silvia. En los Estados Unidos la propia Nissan comercializó una versión muy similar que se denominaba como S13 240SX Coupé, aunque al ser una versión original causaba rechazo entre los aficionados más puristas y no era considerado como un auténtico Onevia.

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Ya entrados los años 90, los Silvia comenzaron a incorporar los proliferos motores SR20DE y SR20DET, los cuales ofrecían una mayor potencia y par gracias a ser un motor más ligero, por su construcción en aluminio y la evolución de ciertos aspectos. Aunque los anteriores CA18DET eran más nerviosos, debido a su menor tamaño, los nuevos SR20 llegaban equipados con distribución mediante cadena en lugar de correa, incorporaban válvula de recirculación, distribución variable VTC y un nuevo turbocompresor. La controversia de ambas generaciones de motores llegaba cuando se enfrentaban las posibilidades y la fiabilidad de cada una de ellas. Bloque de hierro forjado contra bloque de aluminio, distinción de culatas etcétera. Está demostrado que ambos motores soportan carros y carretas, pero en el mundo del motor japones hay miles de distinciones y preferencias. De hecho, Tomei Japan afirmaba en unas declaraciones que la construcción y composición de la serie CA era muy similar a la de los RB, aunque con dos cilindros menos. Por otro lado, los SR20 son laureados en cada rincón del planeta a pesar de que su construcción era más dispar en cuanto a las series RB y más afín a las KA.

En cualquier caso poseer un nissan Silvia/180SX en nuestros días tiene que ser una satisfacción sin igual, más en una época donde la esencia y pureza de la mecánica está siendo enterrada poco a poco por la tiranía de la electrónica y los cambios automáticos. Sin duda un éxito apoteósico.

 

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