A pesar de que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a ver al Nissan Skyline vestido con esbeltas y alargadas carrocerías coupés, sus orígenes, como en la mayoría de vehículos de los años 60, estuvieron marcados por un enfoque tradicional más centrado en el ámbito familiar. Así empezó todo, con una triunfal carrera inaugurada por los conservadores Prince Skyline ALSI y sus pesadas carrocerías de cuatro puertas. Un éxito exponencial y unas prestaciones por encima de la media, fueron transformando el modelo en un auténtico deportivo de calle, hasta llegar al éxtasis con su versión cumbre, el GT-R R34 presentado en 1999. Aquella bestia de 320 cv era potenciable hasta la saciedad, pero lo relevante de esta historia es que durante todo su curso como coupé, el modelo hizo una excepción que dejó de lado las dos puertas.
Desde 1986, Autech es una compañía suplementaria de Nissan dedicada al diseño, configuraciones y equipos de vehículos de la marca de Yokohama.
Para comenzar nuestra aventura debemos detenernos en 1998, año en el que por entonces el Nissan Skyline ya cumplía cuatro décadas nada menos. Fue entonces, cuando a modo de conmemoración Autech decidió lanzar una tirada limitada de 405 unidades, adaptadas a una carrocería de cuatro puertas. Como primicia no parecía despuntar demasiado, ya que el mercado japonés previamente había disfrutado de los Nissan Skyline de cuatro puertas en sus versiones GTS, pero no obstante, nunca de las siglas GT-R en un vehículo teóricamente familiar.
Nissan tomó como referencia uno de sus GTS de cuatro puertas y extirpó todo el ADN de un GT-R coupé. El vigoroso corazón RB26DETT de 6 cilindros en línea con dos turbocompresores gemelos —uno para cada 3 cilindros— y 280 cv, trasladaba todo su potencial al suelo mediante el progresivo sistema AWD ATTESA-E-TS Pro, ligado a un diferencial trasero de desplazamiento limitado gestionado electrónicamente. La guinda del pastel no podía ser otra que la evolucionada tecnología de dirección activa controlada de alta capacidad, es decir, el sistema HICAS con cuatro ruedas directrices. Sí, más de dos décadas antes de que Renault incorporara su sistema 4Control en sus actuales GT, Nissan ya lo hacía en sus Skyline de 1989.
Todas las unidades fueron pintadas en gris metalizado, púrpura nacarado y blanco.
Teóricamente, toda esta maraña tecnológica exigía un incremento de vías, y así procedía Autech, esta vez junto a un aliado muy especial que a última hora decidió unirse a la fiesta. ¿NISMO os suena verdad?
Como siempre, el departamento de diseño hizo un trabajo espectacular al dotar al discreto sedan con unos nuevos paragolpes y faldones laterales. La magia de este sedan, es que las zonas más significativas como su frontal y su zaga, mostraban importantes diferencias con respecto a los coupés. No era un Skyline GT-R al que se le añadían dos puertas, si no que daba origen a una personalidad propia.
Únicamente se produjeron 405 unidades del Nissan GT-R 40 Annyversary. Algunos medios hablan de más, y otros de menos. En este aspecto nos quedamos con la incógnita.
Las diferencias sistemáticas que suelen hostigar a estas transformaciones, apenas afectaron a las prestaciones finales de nuestro protagonista. Las diferencias sobre la báscula eran unos exiguos 30 Kg, y las pruebas de la época declaran unas cifras muy parejas a las de los coupés. Recordar que por entonces la ley obligaba a limitar este tipo de vehículos, y el famoso pacto de los 280 caballos de los coches japoneses nunca fue llevado a raja tabla. Según salían de fábrica, sobre estos coches se habla de cifras que superan con creces los 300 cv.
Ahora es cuando entra en escena NISMO, y de seguro que es la parte que más ansiabais. Después de mucho investigar es fácil llegar a la conclusión de que, estas versiones manipuladas por la división japonesa son altamente exóticas, ya que apenas podemos encontrar información y el material gráfico es muy escaso. Hay constancia de su existencia gracias a algunas fotos suministradas con cuentagotas por algunos foros, en los que además se puede apreciar la placa de identificación del modelo, y donde podemos encontrar incluso una versión NISMO 400R, quizás el último samurái de los GT-R. El sintonizado de NISMO estaba dotado con un nuevo kit aerodinámico, la evolución mecánica RB-X GT2 que incluye mejoras en su sistema de sobrealimentación y su intercooler para llegar a los 380 cv, y llantas de aleación de 18 pulgadas. Por supuesto, el traje amarillo también es obra de la división. Aunque no aparecen datos más específicos, a nivel bastidor se comenta que el modelo también recibió lo suyo, obviamente en consecuencia de su incremento potencial.
Vía: www.r33gt-r.com, www.jbskyline.net