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Algunas leyendas de los rallyes. Renault Alpine A310 V6.

written by Héctor Jáñez 27 diciembre, 2017
Algunas leyendas de los rallyes. Renault Alpine A310 V6.

Llegaba para sustituir al glorioso A110, un gran coupé que a pulso se forjó la mejor de las famas entre los abanderados de la marca del rombo. A comienzos de los 70, el relevo del A310 parecía inminente, pero el proyecto destinado a la competición no terminó de despegar, básicamente porque este, era bastante más pesado que su antecesor y además, Renault no estaba involucrada en un programa de rallye tan destacado como en la etapa de los A110, los R8 y compañía. Aquellas circustancias no implican que el A310 no fuese un vehículo competitivo y emocionante, en absoluto. Pero lo que sí es innegable es que fueron factores que directamente repercutieron en la progresión profesional del modelo.

e06b1d8f02b2805f4b3e4478f6db7e13--alpine-renaultEn sus orígenes como lujoso coupé, el modelo se impulsaba a través de un bloque Gordini de 4 cilindros y 1.6 litros, heredado del Renault 17 TS. Por supuesto, la mecánica se alojaba en su parte trasera y para la ocasión, se le alimentó a través dos carburadores Weber 45 DCOE —con aspiración lateral— de doble cuerpo. Con cierta desazón por parte del espectador, parecía que los 127 cv del nuevo coupé no eran lo suficientemente raudos como para luchar contra su propio antecesor, un vehículo más viejo y frugal con el que durante algún tiempo tuvo que disputarse los podios. El problema llegaba principalmente con un incremento de peso que hacía resentirse incluso al dinámico motor Gordini, motivo por el que además, el modelo fue etiquetado como un coupé demasiado blando.


Mostrado por primera vez en el Salón de Ginebra de 1971, los primeros Renault Alpine A310 equipaban un frontal con 6 focos.


A medida que pasaba el tiempo, y mientras los A110 se le echaban encima, las prestaciones del Alpine A310 comenzaron a arrastrar un crédito cada vez más vacilante. Fue homologado para el Grupo 4 y tal fue su lastre, que el mayor logro del modelo fue conseguir el Campeonato de Rallye francés de 1977, a manos de Guy Frequelin y Jacques Delaval. Lastre que por otro lado, a los incondicionales del modelo jamás nos ha afectado a la hora de engrandecer con el paso de los años nuestra devoción por el modelo. Pero continuemos. No sería hasta 1976 cuando el precioso coupé galo equiparía un importante bloque V6, nacido apenas dos años atrás de un consorcio entre Peugeot, Renault y Volvo.

alpine_a310_monte_carlo_by_danythemummy-d39jn7oInternamente conocido como PRV, el bloque de 6 cilindros en V de 90º, ahora llegaba con un buen potencial extra para el necesitado coupé, pero a su vez más peso. Lo bueno es que aquello no pareció repercutir en los 150 cv que ofrecía el motor, gracias también en parte a la intervención de un sistema de alimentación compuesto por un carburador Solex de doble cuerpo, junto a otro de la misma serie de un solo cuerpo.

A pesar de las evoluciones, las hipótesis que situaban al A110 por encima de su predecesor, seguían perpetuándose por todos los medios. Una tesitura que por otro lado, no fue suficiente para eclipsar una realidad donde el remozado A310 seguía estando muy por encima de la mayoría de los coupés que se paseaban por Europa. Pero como os comentaba al principio de esta cita, el programa de rallyes desplegado por Renault distaba mucho de los gloriosos años que protagonizaron los Renault 8 Gordini y los A110. Quizás por la cantidad de concentración y energía que entonces los franceses le venían dedicando a sus producciones de calle. El propio Renault 17, un coupé preliminar, más pesado y con un motor sin modificar, así como un reparto de pesos mucho menos logrado, consiguió su participación en la categoría reina. No obstante, cuando hizo aparición el glorioso y a la vez maldito Grupo B, el Alpine A310 ya había sido retirado de los rallyes. 


No sería hasta la siguiente generación, la del A610, cuando la marca se decantaría por la sobrealimentación.


ob_41d30c_077bisAl continuar el modelo en producción, y cómo no, equipando el substancioso V6 de 150 cv, alguien pensó que era buena idea emprender una nueva homologación para el Grupo B. Parecía que el arcano carisma del coupé no dejaba escapar a las inquietudes más imprudentes de la disputada competición, ni tan siquiera a costa de un sustituto tan espléndido como lo era Renault 5 Turbo. A partir de aquel punto, las apariciones del coupé entre las feroces batallas de rallye fueron más bien estelares, siendo una de sus últimas vistas en el icónico Rallye de Montecarlo de 1985.

Hoy en día este es todo un coupé de ensueño, cuyo polémico pasado se refleja en indiferencia para todo aquel que se queda prendado de sus maravillosas curvas. Así que, como bien dice la máxima: Pasado pisado. ¡¡Cómo te queremos Alpina A310!!

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