Home Competición Las leyendas de Motown Missile. Pro-Stock NHRA.

Las leyendas de Motown Missile. Pro-Stock NHRA.

written by Héctor Jáñez 4 junio, 2021
Las leyendas de Motown Missile. Pro-Stock NHRA.

 

Aunque parezca increíble, existieron tiempos en los que ser participe de las carreras de Pro-Stock norteamericanas no requería de un alto presupuesto. No era necesario costearse un carísimo camión de cuatro ejes para el transporte, las carrocerías partían de los modelos de fábrica, y los motores se modificaban mediante paquetes que buenamente distribuía la propia compañía. Algunos de los vehículos más destacados de aquel entonces fueron los Motown Missile, pionero alguno de ellos en el uso de un motor Hemi 426 en esta popular serie estadounidense. Mediante sus refinadas dotaciones, este monstruo logró romper en varias ocasiones la barrera de los 9 segundos en el cuarto de milla.

Las carreras de Pro-Stock habían nacido en torno al NSS (Nostalgia Super Stock) que tanto se popularizó a lo largo de la década de los 60, aunque fueron caracterizadas por un reglamento más permisible. Fugazmente se convirtió en una categoría de resistencia que anualmente, lograba reunir a centenares de pilotos entre las distintas series del campeonato.

 


Dan Fletcher es una de las tres personas en la historia de las carreras de resistencia NHRA que ha logrado más de 100 victorias. Su Chevrolet Camaro Z/28 de 1969, es el coche con más victorias en la NHRA y no solo eso, si no que es el Chevrolet que más carreras ha ganado incluyendo todas las categorías del motorsport.


 

 

El legado de los Motown Missile nos dejó tres joyas pulidas bajo el soporte oficial y las indicaciones propias de Chrysler Performance Development. Todo el trabajo ejecutado en torno a estas bestias, desde 1970 en adelante, fue elaborado por un elenco de ingenieros y mecánicos de alto nivel que formaban plantilla en el propio equipo de investigación y desarrollo de la Chrysler Drag Racing. Con Dick Maxwell y Tom Hoover a la cabeza, el mantenimiento y la supervisión del proyecto recaía en otros nombres clave como el motorista Ted Speahr o el constructor de chasis Dick Oldfield, quien fue renombrado como el conductor original del primer Missile: Un Dodge Challenger de 1970.

Todo comenzó aquel año, con la construcción de aquel Challenger que posteriormente, fue actualizado a especificaciones de 1971. Este coche se caracterizó por ser realmente el primer “Motown Missile”. En 1972, cuando Don Carlton había fichado como piloto para el equipo, nace un Plymouth Barracuda simultáneamente con un segundo chasis Duster. Carlton llegó a conducir ambos coches, pero el Duster se reformó a especificaciones de 1973 que incluían una nueva parrilla frontal y el juego de luces traseras, aunque nunca volvió a competir oficialmente ya que quedó relegado a utilizarse como vehículo de pruebas para la recopilación y uso de datos. Fue durante aquella época que el equipo modificó el nombre de los vehículos a Mopar Missile, debido a las confusiones que ocasionaban en torno a la compañía Motown Records.

 


El Plymouth Duster debutó en 1972, y un año más tarde, ya había conquistado 11 de las 14 carreras principales que se disputaron en la NHRA (National Hot Rod Association).


 

Estos fueron coches increíbles que dominaron en la NHRA después de que la propia Chrysler, encargara al equipo ciertas labores de i + d que resultaran en un nuevo motor y una transmisión lo suficientemente competitivos para las carreras de Pro-Stock. En realidad no fue más que un paseo para el equipo, ya que durante esos años realizaron más lanzadas en pista que nadie y las victorias llegaban solas, superando a sus rivales en la mayoría de casos por una diferencia de una o dos décimas. Chrysler decidió entonces trasladar su competencia a los eventos nacionales, aunque por poco tiempo.

 

 

En 1974, Chrysler decide cancelar su programa de carreras dejando huérfanos a los tres “Missile”. El Duster, que ocupaba el lugar de laboratorio rodante en el equipo, fue comprado por Don Carlton, quien sustituyó el Mopar Small Block con el que Chrysler pretendía hacer comulgar al vehículo, para transplantar un Hemi con carburador doble que fue ejecutado en varias carreras.

Si hablamos del Plymouth Barracuda de 1972, que inicialmente se quiso construir a partir de un chasis tubular, el cual, la NHRA declaró ipso facto que sería declarado ilegal, no tuvo un buen desenlace. Hemos visto este tipo de arbitrariedades prácticamente en todas las disciplinas pero aquel año, en Pomona, Bill “Grumpy” Jenkins se presentó con un chasis tubular similar que superó sin mayor problema la inspección técnica. Gajes del oficio. Al parecer, este coche estuvo bastante tiempo en un pésimo estado de abandono, cobijado por una simple lona en el patio trasero de algún lugar de Ottawa. Finalmente fue rescatado por uno de los clientes de TI Ryan en 2014. En referencia al primero de los Missile, el brillante Dodge Challenger 70/71, terminó por venderse a Mike Fons, quien lo utilizó durante algún tiempo hasta que al parecer, lo puso “boca arriba” sobre el asfalto de Milwaukee para después venderlo en Canadá. Coches icónicos que nunca está de más recordar.

 

 

 

 

 

 

Imágenes vía: Motown Missile Racing.

Contacto: docecilindros@gmail.com

También te puede interesar

error: Content is protected !!