El título All Japan Grand Touring Car Championship hace referencia a una de las fórmulas más exitosas del motorsport japonés. La segunda temporada de esta categoría gran turismo se inauguró por todo lo alto, con apariciones estelares, invitados de lujo y una parrilla de colosos que presumían de su propio soporte oficial. Aquel año la disciplina había sido sometida a una revisión del reglamento, forjándose las categorías GT1 y GT2, que daban cabida a la emulsión de vehículos de diferentes presupuestos y rendimiento.
La temporada daba comienzo en la primavera de 1994, siendo la primera campaña completa de la nueva fórmula del GT japonés. Su inauguración durante el año anterior, se había materializado mediante la agrupación de algunos eventos de distintas categorías que se disputaron en territorio nacional, por lo que podría decirse que básicamente fue un ensayo. La expectación se agolpaba en las gradas del Fuji Speedway para disfrutar de la nueva parrilla, los medios se habían encargado de ornamentar en consecuencia toda la promoción de la nueva serie. Junto a los Nissan Skyline GT-R R32, que contaban con su propia unidad gestionada oficialmente, se inscribió un fascinante Porsche 962C. También fue el año de la excéntrica aparición del Lancia 037 Evo 2 oficial, y de la llegada de una pareja de Ferrari F40 del equipo TAISAN.
Durante el estreno se utilizó nada menos que un Grupo C para competir junto a vehículos turismo, relativamente muy inferiores. Supuso una excelente estrategia de marketing.
En este punto entra en escena Teruaki Terai, entonces miembro del equipo JLOC. Terai era un diseñador dedicado a la competición, que en su momento tuvo la oportunidad de hacerse con un Lamborghini Countach que previamente había sufrido un incendio. El estado del coche le facilitó, tanto a él como a su socio en aquella aventura, el ex-redactor de revistas de automóviles M. Mearashi, un precio factible para el tipo de vehículo del que se trataba. La intención de ambos era la de restaurar el Countach para inscribirse en la temporada 1994 de JGTC. Sobre plano se anotaron ideas como el refuerzo del chasis y el diseño de una carrocería elaborada con materiales plásticos.
Llegado el inicio de la temporada el Lamborghini Countach de Terai no estaba terminado. La aparición de un vehículo con esas credenciales durante el estreno de la serie, sería probablemente una de las primicias más sonadas. Tras comunicar que el coche no participaría en Fuji, la organización insistió firmemente en su inscripción. Es entonces cuando Mearashi, junto con la ayuda del piloto Satoshi Ikezawa, emprendieron una negociación con Art Sports, un concesionario importador de vehículos de lujo que terminaría cediendo una nueva unidad Lamborghini Countach. Se fijó un contrato con Rain-X para el patrocinio del vehículo y voila.
JLOC es un conocido equipo de carreras japonés que fue formado por voluntarios del Japan Lamborghini Owner’s Club en 1993. En aquel entonces Teruaki Terai ya era miembro activo de la agrupación.
Aunque el coche estaba listo para competir en Fuji, llegó a la parrilla con especificaciones de calle. Tanto motor, embrague, transmisión e incluso el diferencial, era material completamente de stock. Solamente un nuevo equipo de frenos, suspensiones y neumáticos de carreras, le fueron agenciados a este Countach, que tras haber sido despojado de sus interiores, seguía siendo un coche realmente pesado para competir entre los GT1.
Isao Noritake, presidente de JLOC, fue elegido para sentar las bases del equipo, que participó en las cinco carreras de la temporada. Satoshi Izekawa y Takao Wada fueron los pilotos encargados de dirigir el símbolo italiano, cuyas especificaciones se hallaban a años luz de las de los GT-R con soporte de fábrica, o los F40 de TAISAN. El mejor resultado del Lamborghini aquel año fue un décimo puesto, incluyendo un abandono por accidente en el Special GT Cup de Fuji. Tras terminar la temporada, a pesar de los pobres resultados, el equipo reunió buenas vibraciones y decidió desarrollar un Lamborghini Diablo para la temporada 1995. El maestro Teruaki Terai puso todo su talento y empeño para llevar a cabo el desarrollo de aquel proyecto, financiado por Naotake Tamura. En marzo de 1995 el coche fue terminado, pero su autor, el gran Terai, fallecía poco después tras contraer una grave enfermedad.
Las sensaciones del coche mejoraron la siguiente temporada, aunque estuvieron lejos de estabilizarse sobre ciertos niveles. Años después haría aparición el Diablo GTR, y con la entrada del nuevo milenio nacía el Diablo JGT-1, con fichajes como el ex-piloto de Fórmula 1, Marco Appicella. JLOC sentó las bases del uso de Lamborghini en competición, estando en activa su carrera hasta prácticamente nuestros días. Un inmejorable homenaje a su fallecido precursor, el gran Teruaki Terai.
Fuente: JLOC.
Imágenes de: Yoshihide Ashizawa.