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La superflua moda SUV que inexplicablemente nos domina a destiempo.

written by Héctor Jáñez 16 mayo, 2017
La superflua moda SUV que inexplicablemente nos domina a destiempo.

La moda SUV ha terminado por ser la invasora oficial del mercado actual, de tal manera que casi el 80% de los vehículos que podemos ver en pruebas y reportajes pertenecen a esta categoría. El caso es que en algún momento de su vida, casi todo el mundo ha deseado un señor 4×4 para poder llegar a las mejores zonas nevadas, circular sin peligro alguno por los caminos más recónditos con destino a parajes olvidados, o alcanzar ese atardecer en lo más alto de un paisaje salido de una postal. Irónicamente, en la actualidad la ocupación de los vehículos más vanguardistas se ha centralizado en la gran ciudad y sus albores, la jungla de asfaltó, muy lejos de todo aquello que se pretendía alcanzar décadas atrás abordo del perfecto 4×4. Hablamos de un presente donde las prohibiciones de llegar y/o circular por el campo están más vigentes que nunca, donde los quitanieves se distribuyen por doquier y donde ese paradisíaco emplazamiento que ambicionamos nos queda a años luz de nuestro hábitat natural, la gran ciudad

spain-classic-raid-2-mascoche_15Por supuesto, estas discordancias no pretenden ratificar que la adquisición de SUV no tenga cierta utilidad y/o comodidad para cualquier ciudadano de a pie, sobre todo si este va ligado a una eficiente tracción integral. La cuestión a tratar es si realmente la mayoría de clientes que adquieren un SUV lo hacen con vistas a esas utilidades, que dicho sea son escasas, o simplemente su compra es promovida por la estética del vehículo sin haber barajado previamente los inconvenientes que esta conlleva.


Si no pretendemos circular fuera del asfalto, las berlinas equivalentes cumplirán bastante mejor su cometido que cualquier SUV. Y si además nuestro SUV es un 4×2 este no ofrecerá ninguna ventaja en ningún terreno.


Hoy en día es perfectamente comprensible que los principales argumentos de demanda para un comprador sean el confort y la habitabilidad, y realmente vehículos como los SUV, que disponen sus plazas a la altura de las caderas, son muy tentadores, sobre todo para la gente con ciertas carencias en su movilidad. También es obvio que se demande la seguridad y el aplomo que ofrece un tracción 4×4, más aún con el desarrollo que presentan actualmente, ¿pero realmente es necesaria la compra de un SUV para conseguir todas estas comodidades? A donde quiero llegar es un mercado abarrotado de berlinas con tracción integral, las cuales se desenvuelven bastante mejor en todos los ámbitos. Esto tiene mucho sentido sabiendo que el cliente medio de un SUV ni frecuenta los caminos polvorientos más de dos veces al año, ni es un asiduo de las rutas off-road y mucho menos va a afrontar ningún tipo de pendiente con su coche nuevo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERALos automóviles de antes estaban sujetos a una lógica que por otro lado, hacía razonar al cliente a través de las propias leyes físicas y mecánicas. De hecho, muchos de los coches de antes eran perfectamente hábiles en todos los terrenos, prácticamente sin ningún tipo de tecnología ni la necesidad de tracción integral. El mercado actual de los SUV principalmente se rige por cuestiones estéticas, marginando completamente auténticos argumentos como pueden ser la seguridad o la funcionalidad. Estas leyes que el marketing se ha encargado de meternos con calzo, y que continúan haciéndolo mediante la manipulación mediática o conspiraciones medioambientales enmascaradas, son las responsables del que los SUV ocupen una buena parte de nuestro parque automovilístico actual.


Hablando en plata: Un SUV es más caro, consume más y genera mayores emisiones que una berlina. Y por si fuera poco, su dinámica es más bien pobre junto a una seguridad que sigue estando en entredicho.


Es cuanto menos curioso el éxito de los SUV 4×2 y ciertamente se está demandando este producto, y este producto es lo que tenemos a pesar de que a algunos se nos escape al entendimiento. Bueno, en realidad no se nos escapa. Pondría la mano en el fuego de que el 90% de clientes de un SUV lo adquieren por pura estética. Vehículos carentes de lógica y prácticamente de funcionalidad invaden las calles. Vehículos incómodos en un uso urbano, completamente inservibles para el campo y nocivos para el bolsillo de sus clientes. Es muy fácil argumentar los motivos por los que adquirir un verdadero 4×4, bien porque te gusta situarte en localizaciones de terreno adverso, bien ocasionalmente por trabajo, o bien por las condiciones climáticas que azotan la región donde vives. Hay infinidad de etcéteras para justificar esta compra. Lo que nunca descifraré son los motivos que llevan a la producción en masa de vehículos de gran altura destinados exclusivamente a la urbe, con enormes y costosos neumáticos de asfalto y tracción delantera.

seat-ATECA-105La tecnología ha dado un gran salto a través de las últimas décadas. Actualmente nos encontramos coches tremendamente estables, seguros y cómodos, pero hay cosas que no se pueden cambiar por muchos progresos que alcance el ser humano. Las leyes de la física son inamovibles y están ahí. Un SUV con su mayor altura está lastrado por más inercias y por un centro de gravedad elevadísimo que se traduce en una perdida de estabilidad brutal. Por no olvidar el incremento de peso y el mayor esfuerzo al que está sometido su bastidor. Todo esto se traduce en mayores consumos, un mayor desgastes de los neumáticos y por descontado en mayores emisiones contaminantes. Por el contrario, una berlina vanguardista equivalente nos ofrece una mayor batalla que se transcribe en un mejor espacio para las plazas traseras, una mejor y más razonable funcionalidad para el día a día, un mayor ahorro general de mantenimiento y combustible, una mejora sustancial de la estabilidad y por tanto de la seguridad y unas emisiones más reducidas.


Las habilidades rurales de los SUV aún están por descubrir. Nadie las conoce. 


Es curioso como un Seat Panda (sin GPS ni pantalla táctil) era capaz de atravesar el desierto con una elemental mecánica y calzado con unos neumáticos no mayores que una cuarta. Los tiempos han cambiado y hay casos en los que ya no importa de lo que sea capaz el coche, si no que sea bonito, tenga llantas de 20 pulgadas y como no, wifi. Por supuesto, soy consciente de que este es el artículo perfecto para dar lugar a grandes clichés como: ‘cada uno con su dinero es libre de hacer lo que quiera‘, pero la opinión también es libre compañeros, y un servidor opina que a día de hoy comprar un SUV es algo absurdo.

Fuente fotográfica: mascoche

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