Hablamos de carreras callejeras, de deportivos japoneses y símbolos europeos que competían severamente surcando desde imposibles carreteras de montaña, hasta las autopistas más célebres del país del Sol Naciente. Tratemos de ambientarnos en una esfera de nocturnidad y calles desiertas, cuya única turbación procedía de los penetrantes ecos que emitían los motores altamente modificados. Tomando curvas a más 150 Km/h y haciendo blasfemar los neumáticos con cada cambio de pesos, el poder de la mecánica se veía implicado en una aguda lucha contra el talento de su portador: El hombre. Estamos hablando de pura cultura automotriz. De un auténtico estilo de vida.
El generoso proscenio japonés ambientado en los años 90, junto a un buen puñado de deportivos autóctonos, construyen todo un cóctel de sugestión. Por si fuera poco, la enigmática atmósfera que rodea esta leyenda, le otorga el broche de oro para despertar el apetito de cualquier amante de los coches y las carreras. Sobre todo si eras un quemado de los ‘Japos‘.
Al estar tan lejos del país del Sol Naciente debemos hablar de enigma porque se ha de tener en cuenta que en esta historia, se trabaja con información compleja de conseguir y con datos constatados a cuentagotas.
Se dice que el Club Mid-Night empezó a actuar ya en los remotos años 70, aunque hay aserciones de que el punto más álgido del colectivo se solidificó a lo largo de los años 90. Lo que es un hecho contrastado, es que las hazañas de sus integrantes marcaron una época como tal. La basta cultura automovilística del Japón, les llevó a conjugar entre sus territorios innumerables bandas de corredores callejeros, algunos de ellos profesionales hoy día reconocidos, como Kazuhiko “Smokey” Nagata, fundador del ilustre taller de preparación Top Secret. Sobre todas las bandas destacaba el Club de Medianoche, un gremio que prontamente despuntó entre el resto, acaparando infinidad de columnas de prensa y portadas dentro del ámbito nacional, y a la postre, extendiéndose hasta Europa.
El Mid-Nigth sigue siendo a día de hoy la banda más longeva y carismática de corredores ilegales.
Nos remontamos a la época en que los corredores derramaban el potencial de su maquinaria en Tsukuba, un autódromo cuya recta más larga cuenta con 437 metros. El circuito de Shimotsuma se quedaba escaso para los hashiriya, vulgarmente denominados como corredores ilegales, y cuyo ingreso en la banda estaba lastrado por varias pruebas, entre ellas, la de poseer un vehículo con ciertos credenciales. Los coches de entonces, ya alcanzaban unos potenciales que no eran fácilmente exprimibles en cualquier pista japonesa, y más si hablamos de alcanzar velocidades máximas.
La autopista Shuto es una de las rutas más importantes que enlaza las islas artificiales de la bahía de Tokio con el uso de puentes y túneles submarinos. Así pues, el denominado Wangan, durante el día, se veía condicionado por la congestión del tráfico; camiones, taxis, atascos de más de una hora y todo lo que conlleva una extensa población como la nipona. De manera casi ilusoria, la excelsa afluencia de vehículos se disipa por completo al caer la noche, transformando los cuatro carriles de la autopista, en una zona desértica que serviría como punto de reunión para los corredores. A pesar de que aquel sería el escenario de mayor éxito entre los corredores, la actividad del Mid-Night no se vio limitada al Wangan, si no que también competían en Tomei a principios de los años 80 y en otros lugares como Turnpike of Hakone, que también es un lugar conocido de Touge.
Poner el nombre del Mid-Night en tu coche sin ser miembro, te podía costar muy caro. Los integrantes de la banda destrozaban los coches de los impostores y en ocasiones, les prendían fuego.
La media noche era la hora clave para que The Highway acogiera a los vehículos más rápidos del Japón. No eran las típicas carreras de drift, de hecho, los pilotos no buscaban el derrape. Se trataba de carreras de resistencia con velocidades de hasta 320 Km/h. Las reglas eran sencillas: el vehículo que sufriese una avería o se quedase atrás hasta perderse de vista, era el perdedor del duelo. Lo habitual después del desafío, era hacer una parada en una estación de servicio o en un aparcamiento para debatir sobre los detalles del encuentro.
Al tratarse de carreras ilegales, la policía tuvo que adaptarse a velocidades las cuales, con sus coches tradicionales eran un imposible. Creyendo estar a la altura para dar caza a los corredores, el cuerpo adquirió unas cuantas unidades Nissan Skyline R32 y R33, y algunos Nissan 300ZX Z32, pero no fue suficiente. A pesar de que aquellos eran vehículos potentes y con unas prestaciones considerables, los coches del Mid-Night en su mayoría, eran máquinas profundamente modificadas capaces de rodar a más de 300 Km/h.
En su punto más álgido, la banda llegó a contar hasta con 30 integrantes, de los cuales ninguno llegó a ser detenido, si bien la policía tuvo que conformarse con atrapar a algunos principiantes más inexpertos. Además, la carretera de Shuto contaba con los alicientes suficientes para que los corredores despistaran a las autoridades, mediante bifurcaciones y túneles que se compaginaban con un constante cambio de fechas y horarios imposibles de predecir por estas.
Conociendo la historia y el escenario, lo siguiente que nos preguntamos es ¿qué coches utilizaban los miembros del Mid-Night? Indudablemente lo abundante era el producto autóctono, con alguna que otra excepción que, irónicamente, se convirtió en una de las celebridades más ambicionadas de la banda. El Yoshida Specials 930 Turbo fue, no solo uno de los vehículos más potentes de entonces, si no que se empapó de cierta fragancia de liderazgo dentro del grupo.
Nissan GT-R R32, Nissan Z32, Mazda RX7, o el icónico ABR S130Z, eran algunos habituales en las reuniones del Mid-Night.
Caracterizado por su inconfundible color burdeos, el Porsche 930 Turbo Yoshida es hoy en día toda una leyenda conocida a nivel mundial. Y como es sabido que en el sobresaliente Japón premian las leyendas, se dice que existió un hermano gemelo de este 930 Turbo, el cual lucía una refulgente pintura negra y que a día de hoy, se oculta en algún lugar del centro del país. La leyenda que envuelve al vehículo reza que, en un momento determinado, su dueño se hizo con uno de los turbos que equipaba el monoplaza del mismísimo Ayrton Senna. Entendemos que si damos cierta veracidad a esta leyenda, y teniendo en cuenta la era Turbo de la F1, podíamos estar hablando de un turbocompresor homólogo al del McLaren MP4/4 que pilotó el astro brasileño en la temporada 1988. Con la configuración acertada, aquel ‘Black’ 930 Turbo llegó a circular a 400 Km/h. A pesar de esta sugestiva información, debemos ser conscientes de que es prácticamente imposible constatar todos estos datos, ya que no existen referencias contrastadas más allá de la propia leyenda.
Sin Internet y sin llamadas. Las reuniones del Mid-Night se cerraban a través de anuncios enmascarados en la sección de contactos de los periódicos más consumidos de Osaka.
Ahora bien. Tras haber surcado la ruta histórica de la enigmática banda, nos queda resolver la gran incógnita; ¿qué pasó con todos ellos?
Hubo un momento en que la banda acaparó demasiada atención. Nuevos integrantes eran reclutados, y no todos ellos eran lo suficientemente profesionales. Esto llevó a que hubiese algunas detenciones de estos miembros más novatos, así como algunas expulsiones de otros integrantes irresponsables. Una vez desbordada la discreción, tuvo lugar un altercado que fue detonante en la disolución del Mid-Night. Sucedió durante una noche cualquiera del año 1999, cuando una importante banda de motoristas llamada Bosozoku, retó a algunos de los integrantes del Mid-Night. En aquel enfrentamiento perdió la vida uno de los motoristas y según dice la historia, el Mid-Night se regía por un honorífico código que les obligaba a disolver la banda. A pesar de ello, se sabe que después del incidente siguió habiendo actividad por parte de algunos de los miembros. Otros desaparecieron de la escena de las carreras callejeras, algunos murieron y una minoría, siguió custodiando las noches del Wangan.
Es un hecho que esta leyenda ha servido como inspiración, tanto para muchos corredores, como incluso para algunos Anime como el “Wangan Midnight“, famoso por el poderoso Z maldito.
Especial agradecimiento a DRIVETIBE por haber reunido tantísima información detallada para que este artículo fuese posible.