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Chevrolet Beretta IMSA GTU 1988.

written by Héctor Jáñez 20 noviembre, 2020
Chevrolet Beretta IMSA GTU 1988.

Si hablamos de vehículos Chevrolet de alto rendimiento, fugazmente nos vienen a la mente títulos como Corvette, Camaro o incluso Impala. El caso es que si extrapolamos esta evidencia a las carreras nos sucede lo mismo. Mundialmente conocidos son los Greenwood Corvette o los chasis Protofab de Camaro, que a menudo desmantelaban los eventos de Trans-Am, allá por los 80. ¿A dónde quiero llegar?, te preguntaras. Mi intención no es otra que la de considerar la trayectoria deportiva del Chevrolet Beretta: un peculiar coupé norteamericano de tracción delantera, que se fabricó bajo la plataforma L de General Motors.

Esta unidad aquí presente no es el único Beretta construido para competir. Probablemente algunos equipos privados se hicieron con al menos media decena más. De lo que estoy seguro, es de que éste es el Chevrolet Beretta más popular entre las parrillas de la IMSA, categoría en la que se proclamó vencedor de la división GTU en la temporada de 1988.

 


Tommy Kendall, toda una celebridad de las carreras estadounidenses, llevó la comedida personalidad del Beretta hacia el estrellato.


 

Una de las primeras labores de ejecución cuando el proyecto cayó en manos del equipo Peerless, fue la de convertir el coche de tracción a propulsión. Bajo las especificaciones GTU, Katech modificó el bloque V6 LG8 de 3.0 litros, cosecha propia de General Motors. Los 320 cv de potencia resultantes se nutrían mediante inyección electrónica, e iban gestionados a través de una caja de cambios Tranxale, elaborada por la empresa del piloto Doug Nash. Posteriormente, el coche recibió una evolucionada unidad de control firmada por MoTeC, así como unos amortiguadores gestionados electrónicamente, por cortesía de AC Delco, que posibilitaban al piloto un ajuste manual desde el interior de la cabina.

 


A pesar de haber sido un modelo con una escasa carrera deportiva, alcanzó más objetivos que muchas de las viejas glorias habituales sobre la pista.


 

El chasis construido por Peerless Racing, numerado como #8801, recibió todo el soporte promocional de la campaña 1988 por parte de C&C Incorporated. Aquella temporada Tommy Kendall logró 6 victorias en las 12 carreras disputadas, haciéndose así, por tercera vez, con la conquista de la categoría GTU de la IMSA. Un año después, el coche recibiría un lavado de cara, nuevo sponsor y su correspondiente decoración, pero la llegada del Dodge Daytona a la categoría GTU lo enterraría, relegándole a unidad de museo en el Centro de Patrimonio de General Motors.

Ahora recuerda, que si alguna vez oyes hablar sobre alguno de los Chevrolet Beretta de carreras, no has de subestimarlo solo por no brillar bajo la designación de Corvette o Camaro.

 

 

 

Fuentes: Road & Track.

Imágenes vía: Mark Windecker.

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